miércoles, 13 de junio de 2012

entrenamiento tactico del pitcher


El Entrenamiento Táctico 
     Tradicionalmente la figura del lanzador se vio sometida a las decisiones estratégicas de los catchers. Esta absurda fórmula, en la que uno aportaba la mente y el otro apenas su brazo, fue superada al paso del tiempo por los lanzadores, quienes demuestran sus habilidades y capacidades.
    El pitcher deberá entrenar su capacidad para resolver los problemas que genera el juego seleccionando información precisa. Del reporte de datos (score, outs, innings, cuenta del bateador, corredores en base, jugadores involucrados y el uso de "patrones de generalización") tomará los elementos para establecer el plan de pitcheo.
    El staff de lanzadores estudiará junto a su coach a los bateadores rivales, llevarán estadísticas, buscarán las tendencias y analizarán a fondo las virtudes ofensivas. Este ejercicio intelectual otorga un amplio registro comparativo, compulsado por la situación percibida y las múltiples soluciones especuladas. El cotejo entre parámetros reales e ideales establece un pronóstico de resultados, una respuesta mental anticipada, asociativa y creadora.
    Más allá de la influencia estratégica del entrenador, debe estimularse la previsión, reconocimiento y aprovechamiento de la acción. Estas deberán permanecer ligadas al pensamiento e iniciativa del pelotero aunque se ejecutan combinaciones invariables.
    El proceso de tratamiento de la información responde a lo siguiente: historial del bateador, historial del lanzador, procesamiento de la información, información del juego, situación estratégica. Todo esto da una respuesta táctico-técnica.
    Los pasos metodológicos recomendados para el entrenamiento táctico de los lanzadores son los siguientes:
     1º. Información teórica. En un clima de atención, el entrenador explica teóricamente las variables que determinan la selección de lanzamientos. Podrá usar medios auxiliares; como gráficos o video.
     2º. Análisis del rival. Por medio de las planillas de scouting se estudia a cada uno de los bateadores a enfrentar en el juego. Se confrontan debilidades de los de los bateadores con las habilidades del lanzador. Para la determinación final de este plan prevalece la propia capacidad del pitcher sobre el patrón standard de situación y los registros del bateador.
     El control, dominio y localización de los lanzamientos, son pre-requisitos estratégicos. El seguimiento del rival y la situación podrán solicitar bola de tenedor o sinker, para dominar un bateador clave. Pero solo funcionarán si el pitcher es capaz de controlarlos. Si esto no es posible, no hay estrategia que valga.
     Se codifican señas defensivas, que luego se ponen en práctica durante la competencia o juego. Este trabajo se realiza en conjunto con los catchers y jugadores del cuadro. En esta instancia se entrena también los volteos.
     El ajuste técnico-táctico se crea con ejercicios de control, precisión en la zona de strike, en enfrentamiento en túneles de bateo o en el mismo terreno de juego, donde el coach de pitcheo sigue de cerca el rendimiento de sus atletas, lanzamiento por lanzamiento.

Competencias de control
    En juego de entrenamiento, con reglamentación adaptada, o partidos de exhibición previos a la temporada oficial, los lanzadores ensayarán las habilidades adquiridas, en una situación libre de stress. Se controlará la evolución de la velocidad de pitcheo, el control a diferentes zonas, cuentas conflictivas, variaciones con o sin corredor en base, decisiones estratégicas, etc.

Volteo
    En el volteo, amarre y sincronización, hay varios tipos de volteo, pero todos se hacen con el propósito de mantener lo más cerca posible al corredor que está en base,
  1. Sacando el pie y convirtiéndonos en infield (jugador de cuadro).
  2. Dando un paso directamente hacia la base.
  3. Dando el salto.
    Es oportuno recordar que es obligatorio lanzar la bola a 1ª base (únicamente no se lanza en el caso No.1).
    El volteo podrá variar la velocidad de giro. Esto varía según el corredor en base, para que no pueda tomar el tiempo de secuencia entre lanzamiento y lanzamiento. Debe voltearse las veces que sean necesarias. Cuando sea para sorprender debe ser lo más rápido posible para que tenga éxito.
    En los lanzadores zurdos a 1ª, es un arma principal para retener corredores peligrosos. El zurdo que voltea a 1ª debe alternar entre: Mirar al corredor y lanzar a home; mirar a home y voltear, y las acciones de voltear o lanzar con mirada previa.
 Todas estas variantes requieren el amarre del inicialista.
    Aquí se ponen en función el trabajo táctico, donde se trabaja todo el infield, hasta el receptor, donde también pondrá en práctica las señas que tenga con el lanzador.
    El volteo doble es una sincronización entre el lanzador y la 1ª base, (corredores 1ª y 3ª o 3ª y 2ª) esto resulta efectivo cuando coincide con la orden de robo a bases llenas y la cuenta máxima de 3 y 2 donde los corredores salen prematuramente.
 Esta jugada debe realizarse a la base más atrasada (la 1ª) donde tendrá un éxito de un 50% de resultado.

Intervención en algunas jugadas
    El lanzador debe desarrollar un movimiento automático sin posibilidad alguna de olvido. Cuando un batazo es conectado al sector derecho del cuadro, siempre deberá correr a cubrir la inicial.
     1ª situación: Si el 1ª base resuelve el problema, el pitcher no intervendrá quedándose en mitad del terreno.
     2ª. Cuando el pitcher cubre la 1ª base, siempre sale en línea recta hacia el cajón de coach, donde hace un ángulo hacia la base.
     3ª. El pitcher pisará el borde interno de la base.
     4ª. El pitcher intentará recibir la bola antes de llegar a la inicial, para no detener su carrera en esta base.
     5ª. Si cuando se produce la jugada, se encuentra otros corredores en base, el pitcher deberá girar rápidamente y enfrentar al infield, luego de pisar la inicial.
     6ª. En situación de doble play 3-6-1 el pitcher correrá directamente a la base, puesto que el tiempo de ejecución se reduce. Al llegar a la 1ª jugará como un inicialista.
     En la jugada de doble play el pitcher tendrá en cuenta las jugadas técnico-tácticas; deberá anticipar la situación pensando la dirección de la doble matanza, y su tiro será lo más perfecto posible para que tenga éxito la jugada.

Foto 1: Raúl Mondesi (outfielder dominicano) y Martín Farinola (Argentina), mfarinola@uol.com.ar.
En la cancha de Texas Rangers en Repúplica Dominicana
Foto 2: Chicos jugando al Beisbol en las calles de Santo Domingo.

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